viernes, 12 de noviembre de 2010

La prensa basura y sus discípulos de siempre

Luego de ver la portada de Peru.21 me puedo imaginar la protesta unánime de los que trabajan en ese medio y no me refiero solo a los practicantes (sin sueldo) que hacen el trabajo pesado, sino también ha aquellos que considero son gente respetable y de probada decencia y sé que no se quedarán callados ante la vergüenza que causa este medio informativo en el cual trabajan. La dignidad vale más que el salario de toda la vida.


Al respecto una pequeña reseña del trabajo que viene cumpliendo parte de la prensa escrita de nuestro país. Todo quedará en el recuerdo de la historia que le pedirá cuentas a estos medios informativos cuando se trate de entender plenamente lo que alguna vez nos dijo varguitas: En qué momento se jodió el Perú.

Técnicas de manipulación sicológica en La Prensa (Rebelión)

Titulares e ilustración como creadores de sensaciones

Un objetivo fácilmente detectable en la propaganda sicológica de los diarios estudiados es el de crear una situación de zozobra en el lector, una sensación de que la vida en el país no vale la pena. Esta sensación deberá ser lo más totalizadora posible para lograr el efecto deseado.

El combinar un titular con una foto perteneciente a otra noticia totalmente distinta que crean una especie de juego semántico (es decir, un refuerzo del significado) que crea mensajes ocultos no siempre presentes o explícitos en el contenido de los artículos publicados. El uso de esta técnica es una especialidad de La Prensa, aunque a menudo también sea utilizada por END.

Otra técnica utilizada, a menudo por END, es la de la llamada “disonancia cognitiva” en la que, por ejemplo, una imagen a menudo neutral o incluso positiva, es dotada de connotaciones oscuras y negativas por el uso gratuito de palabras de alta carga emocional en el titular.

Una parte considerable de la población reacciona ante la tendenciosidad de los medios opositores al gobierno, pero el efecto de esta propaganda no debería ser despreciado. En un país en el que la gente lee poco y en el que grandes sectores de la población recién están saliendo del analfabetismo, a menudo el encuadre de interpretación transmitido por un titular o una foto tienen mayor fuerza que un extenso artículo a menudo escrito en un lenguaje que no es accesible a los sectores populares.

Los mensajes ocultos en las portadas de dichos periódicos refuerzan los discursos antigubernamentales de esos medios agudizando la situación de disociación cognitiva en la que se encuentran sectores de la clase media más altamente expuestos a la intoxicación ideológica inducida por los órganos de la dictadura mediática.

Por otro lado, esos mensajes ocultos siembran dudas en el subconsciente de los sectores populares identificados con el gobierno y despiertan temores irracionales con respecto al futuro.

La prensa basura (Mónica Cappellini)

El periodismo chicha en Perú, es una forma de sensacionalismo que aún se desarrolla como un moderno ejemplo mediático de entretenimiento y que a través de los años continúa en las preferencias populares.

Los diarios de tendencia informativa tienen como característica una presentación tipográfica con titulares y subtitulares dedicados a la política y a los asuntos de interés social, con fotografías e ilustraciones relativas a los temas expuestos. Los estilos de presentación de la prensa seria tienen una característica ligeramente asimétrica, pero bien distribuida, de las noticias. Los colores en la primera plana son usados con ponderación, sin salirse de la escala de tonos a los que como norma se rigen en su estilo. Son visibles diversas columnas de opinión, reportajes de investigación y análisis interpretativos.

El fenómeno chicha

Llamase sensacionalista a una característica del periodismo que resalta todo lo escandaloso, indiscreto y muchas veces negligente de una noticia que por lo general se presenta irrelevante.

Uno de los aspectos que hace de la prensa chicha muy singular en América Latina es su conexión con la cultura de masas que se originó en Lima. Esta cultura -llamada chicha- representa un grupo de costumbres de una subcultura limeña, y que un grupo de la prensa adoptó para crear un nuevo estilo de entretenimiento.

Es así cómo se ha denominado chicha -quizá por su relación con lo indígena- a una manifestación cultural que tiene que ver con la presencia de grupos de pobladores andinos en la capital de Lima. El desplazamiento de estos pobladores se inició en los años 50 del siglo pasado y, a través de décadas y de nuevas generaciones, estos grupos fueron creando paulatinamente su propia manera de vivir; una subcultura con nuevas costumbres, tradiciones, música, etc. La palabra chicha es además usada peyorativamente para describir o adjetivizar algo de mal gusto, baja calidad o insignificante.

Del sensacionalismo barato a la política: prensa basura

En Perú, la prensa sensacionalista, como en otros países, existe desde hace varias décadas. Pero solo a partir de la mitad de los 80 y durante los 90 se generó en Lima una prensa aún más picante que la mera sensacionalista, la denominada prensa chicha. La prensa chicha comenzó a expandirse, primero en Lima y luego en provincias, optando por el formato tabloide y poniendo en boga un abanico de colores estridentes en sus portadas, para enmarcar los grandes titulares junto a fotografías a todo color que explotan fundamentalmente el morbo.

En cuanto al perfil del lector tipo de los diarios chicha, éste está íntimamente relacionado con las clases sociales y el grado de instrucción de la población.

En Perú se leen periódicos a menudo. Según el Informe Gerencial de Marketing realizado por la empresa Apoyo Opinión y Mercado S.A. en abril del 2004, aproximadamente tres de cuatro personas mayores de 12 años acostumbran leer un diario por lo menos una vez por semana…

Trabajo recopilatorio de: Efrain Nuñez Huallpayunca

La prensa escrita limeña

La prensa escrita (el periódico) es el medio más antiguo y a pesar de los grandes avances tecnológicos en la información, como lo es el Internet, se ha mantenido vigente como un medio imprescindible para la exhibición de las noticias al público.

El sensacionalismo de los años `90 y 2000.

Titulares de la prensa escrita:

“Delicadito Forsyth es tonto útil. Zurdos aprovechan sus odios a las FF.AA. para desestabilizar al país” ( La Nueva Chuchi ).

“Forsyth patinó por Dársela de Hombrón . Resentido se mandó contra FF.AA. sin argumentos” (El Tío).

“Forsyth es puro Bla Bla . Frustrado por haber sido expulsado como diplomático ahora ataca a FF.AA. (El Chino).

Las elecciones del 2000 y la guerra sucia


Ya para el 2000, Fujimori se iba para su tercer periodo, muchos pensaron que su reelección estaba orquestado desde el 28 de julio de 1995, o quizá, incluso, el 5 de abril de 1992 (en el autogolpe). La meta de Fujimori era ganar en primera vuelta, y para eso, el grupo Fujimorista usaría no sólo lo que tiene de su lado (recursos del gobierno) sino cualquier cosa de por medio. De hecho, Fujimori mantenía hasta ese momento un porcentaje de 30% y 40% debido a sus logros durante su mandato presidencial.


“Alan y la familia Andrade deciden lanzar a pitucón. Reo contumaz está regalón y reparte billete a todo el mundo. Alcalde feliz con arreglo económico”. (El Tío 14/8/99).

“Reo contumaz ordena a pituco Andrade abandonar la alcaldía y postularse. Alcalde negocia pago por sus servicios” (El Chino 15/8/99).

“Andrade cierra el pico y esconde la panza, es la orden de Alan. El loco se le pone bravo al chancho. Alcalde prefiere cerrar el pico” (El Tío 15/8/99).

“Lo chapó la contraloría. Tras paneles descubren a `chancho´ Andrade. Lo delata la panza y el billete” (El Tío 9/7/99).

“Andrade amenaza despedir a miles si llega al poder, anuncia que barrerá con

ambulantes y microbuseros . Pituco tiene programa de acción en donde se le prende a los pobres” (El Tío 10/9/99).

Alejado de la ciudad, Andrade es objeto de las más infames primeras planas de los diarios chicha, convertido en un abusivo de los más pobres:

“Basura Andrade quiere vengarse de ambulantes. Cascos azules preparan otra golpiza a trabajadores. Alcalde se esconde y fuga al extranjero en plan de juerga y trago” (El Tío 21/9/99).

“Increíble: Virrey Andrade felicita a cascos azules. Dice que los desalojos son un éxito.

Perdieron chamba miles de trabajadores” (El Tío 24/10/99).

Castañeda Lossio tampoco se salvo de esta orquesta amarilla. Su gestión en la Caja del Pescador sería el talón de Aquiles para el ataque periodístico, pues lo relacionarían con una supuesta incapacidad para gestionar un cargo de importancia como lo es la Presidencia de la República **:

“El lado negro de Castañeda Lossio: desastrosa y cuestionada gestión en Caja del pescador” (El Chino 4/8/99).

“Miles de pescadores pierden pensiones por desastrosa gestión de Castañeda Lossio en la caja” (El Chino 5/8/99).

“Figuretti Castañeda Lossio es un caradura que limpió y dejó calata la Caja del

Pescador” (El Chino 6/8/99).

“Castañeda Lossio no pudo con la Caja menos podrá con el país” (El Chato 28/10/99).

Otros diarios reafirman la operación de desprestigio contra los candidatos y empiezan ahora con una nueva victima: Alejandro Toledo**:

“Nerviosón Castañeda cerrará comedores. Quiere matar de hambre a los pobres. Madres preparan marcha para pegarle a candidato” (La Yuca 2/2/00).

“Nerviosón Castañeda pelea feo con comedores populares. Candidato las ofende y llama mendiga a dirigentas” (Diario Más 4/2/00).

“Ni madres escapan a mentiras de Toledo, candidato desesperado busca votos, las insultó, las maltrató y ahora jura las va a apoyar” (El Mañanero 10/5/00).

Nunca había pasado tal hecho en la historia política del Perú: llegando al punto de la feminización y de enfermos mentales a los opositores:

“Castañeda Lossio es recontra manso. Vecinos dicen que ladra todas las noches de puro inestable. No usa collar ni cuando lo pasean por la calle” (El Tío 16/12/99).

“Castañeda Lossio se aloca y revienta focos de su barrio a punta de balazos y pedradas”

El candidato no soporta que lo vean nerviosón y sigue consejos de Jimmy Santi” (El Chino 16/12/99).

“Nervios y depre tienen locazo a Castañeda Lossio. No descansa, no come ni piensa. Se le agudiza delirio de persecución” (La Chucho 18/12/99).

Inclusive se logró que ambos candidatos, ante los titulares de la prensa, se enfrentaran y estos titulares en ocasiones coincidían en el mismo día:

“Andrade es un gordo grasoso, dice Castañeda. Le recomienda que se mejore la pepa” (El Chato 4/1/00)

“Castañeda Lossio le pide a turista Andrade se arregle fachada. Es gordo y seboso… Es gordo y seboso… así no puede ser candidato” (El Tío 4/1/00).

Obviamente que la prensa era controlada por el gobierno y como este quería la reelección de Fujimori , si a los otros debían atacar, a este debían de ayudar. Fue así que muchos de los diarios del SIN empiezan toda una serie de alabanzas a Fujimori como el salvador del país y como una alternativa para no volver al oscurantismo del pasado inflacionario y anárquico.

Es el futuro: “Fujimori postula a la reelección para evitar volver al pasado.

Inversionistas extranjeros recontra japis con el anuncio” (El Chato 28/12/99)

“Es un futuro con chamba y paz: El Perú si tiene futuro: Fujimori 2000. Fuji lanzó su candidatura y va con alianza Perú 2000. Promete más chamba y acabar con los tucos” (El Chino 28/12/99)

Es bienamado: “Fuji ganaría a Andrade y Castañeda Lossio en primera y segunda vuelta. Crece aprobación de la ciudadanía a la gestión del presidente” (El Tío 20/12/99).

Y su asesor, como una suerte de Robin o Jaime Olsen es, por cierto, honrado y ¡transparente!: “Patrimonio de Montesinos es legitimo y transparente” (El Chato 22/12/99).

Carlos Iván Degregori nos muestra su opinión respecto a este panorama:

“En esos diarios se practica la demolición de los candidatos opositores acusándolos no sólo de populistas, que sería valido, sino de aliados del terrorismo y homosexuales, es decir, la feminización del adversario y el machismo como eje de la política”. (IDEELE 125, Pág.: 25)

Además:

“El Perú conoce que se ha puesto en marcha una campaña auténticamente demoledora, que utiliza todo tipo de recursos para debilitar la alternativa de Somos Perú, y, sobre todo, hundir la imagen de Alberto Andrade. Nunca he visto nada semejante en todo el tiempo que llevo participando de la política en el Perú, lo que demuestra, por otro lado, la resistencia del actual alcalde de Lima”. ( Michel Azcueta , en IDEELE 122, pag : 5)

Y:

“La campaña de hostigamiento contra la candidatura de Luís Castañeda Lossio se produce sistemáticamente desde hace ya algún tiempo. El tema cobró importancia en los medios en la medida en que el Presidente de la República puso en tela de juicio su existencia y retó a la oposición a presentas pruebas. Al día siguiente de esta suerte de desafío, Solidaridad Nacional presentó de manera inobjetable un video con tomas que muestran concretamente todas la acciones de hostigamiento y de seguimiento que

hemos sufrido desde comienzos de este año”. (José Luís Villarán, IDEELE 122, Pág.: 6)

Una vez derrotados en primera vuelta los candidatos Andrade y Castañeda, surgió Toledo, quien llegó a la segunda vuelta junto con Fujimori. Así, toda la maquinaria de la prensa se dirigió a Toledo:

“Toledo se loquea y dice que no reconocerá resultados oficiales. Presi espera resultados de la ONPE y cuadra a Toledo por caldear ánimos” (11/04/00)

“Alejandro Toledo “ choledo ”, “ Venao ”, “terruño” o “traidor a la patria” ni siquiera llevándolo al hospital Larco Herrera podrían arreglarle los tornillos que se le han soltado, razón por la cual anda más cruzado que una cabra” ( La Yuca 22/5/00).

“Por culpa de Toledo se desató vandalismo, candidato como siempre incitó al

salvajismo” (La Chuchi 30/5/00)

Alejandro Toledo pasó a ser líder de la oposición en las encuestas de opinión y en las calles. No se logró los mismos objetivos como con Andrade y Castañeda. Se revelaría, luego, el fraude de las firmas de Perú 2000, la denuncia del uso de los recursos y las instituciones del Estado a favor de Fujimori , la corrupción, etc.

Con la exhibición del video Kouri -Montesinos el régimen empieza su declive. Fujimori renuncia a su cargo como jefe de Estado desde Japón y es nombrado Valentín Paniagua como presidente transitorio para después iniciarse una nueva elección con Toledo, Lourdes Flores Nano y Alan García Pérez como protagonistas principales. En segunda vuelta es elegido Toledo después de derrotar a García Pérez. Se inicia así el gobierno de la Chakana y el reestablecimiento del orden, como el de los medios de comunicación.

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* La lista de diarios es recogida del libro “Introducción a la Historia de los Medios de Comunicación en el Perú” de Juan Gargurevich Regal

** Tomado del libro “La Década de la Antipolítica ” de Carlos Iván Degregori

El Corredor de la Muerte: La historia de Shujaa Graham II

Uniformados para Morir “Es muy duro vivir en el corredor de la muerte”.


Graham tarda en responder. La comparación con las películas parece una frivolidad. Sin duda lo es a oídos de Graham. Probablemente esté filtrado recuerdos mientras busca las palabras adecuadas para describirnos una situación a quienes ni tan siquiera somos capaces de vislumbrar de qué va la cosa. Hablamos del corredor de la muerte, de varios miles de hombres a los que el Estado les ha anunciado fríamente que matará un día de estos -lo ha cumplido 1.229 veces desde 1976. Según www.deathpenalty.info.org-. De miles de días, de decenas de miles de horas, de millones de minutos que un hombre encerrado, ritualmente uniformado de naranja para que no olvide su destino, trata de sobrevivir simplemente esperando a que lo ahorquen. lo asfixien, lo electrocuten… Muchos de ellos, además, desbordados por la impotencia que supone saberse inocentes -las estadísticas afirman que son 139 los inocentes que han sobrevivido al corredor: es imposible saber cuántos no lo han hecho-. Uno piensa que, en la situación de Graham, mandaría a la mierda a tanto morboso queriendo hurgar en sus heridas. Pero no. él ha hecho lo posible por comunicar su experiencia su razón de vivir.

Continúa. “Es difícil encontrar las palabras para describir la vida allí. Suelo decir a la gente que piense en un día largo y doloroso sabiendo que el siguiente va a ser peor. Algunos días no quise ni levantarme, pero lo hice todos, a las 5 de la mañana. Escuchaba música cristiana en una pequeña radio que tenía. Sobre las 6, cuando empezaban a servir el desayuno, yo había hecho mis ejercicios, mi meditación. Entonces leía. Aunque a veces mi mente volaba y me decía: Por qué estás leyendo si te van a matar?”. Cuando eso ocurría, cogía los libros y los tiraba. Pero luego recuperaba mis fuerzas. Estaba preparado para seguir con la lucha”.

“A veces, cuando tenía visitas, no quería siquiera verlas. Todas las rutinas que tenía que pasar para ir a la sala de visitas… Los guardias venían a buscarme, me encadenaban las manos y me ponían grilletes en los tobillos. Lo más difícil es cuando salir del corredor de la muerte para entrar en la otra parte de la cárcel. Tenía que pasar entre el resto de los presos. Y los guardias gritaban a mi paso: ”¡Dead man walking!. Los cientos de prisioneros contra la pared, y yo pasaba por el medio, con 12 guardias junto a mí… Y entonces sí, entonces me sentía realmente como un hombre muerto”.

Es curiosa la solidaridad que crea la certeza de la muerte. “Todo el mundo está hecho polvo mentalmente, intentamos apoyarnos los unos a los otros. Mientras los guardias intentan hundirte psíquica y físicamente. Tratas de dar apoyo a los demás, de mantenerte firme”. Seas o no culpable. –Sí, el sentimiento es el mismo. Recuerdo a un compañero que un día me dijo: “Shujaa, soy culpable. Cuando llegue mi día, y espero que sea pronto, voy a salir y aceptar mi castigo como un hombre”. Pero yo no entendía. Yo no sabía cómo un hombre puede enfrentarse a esa realidad-.

Él lo consiguió, fundamentalmente, a base de apoyo del exterior. Tras varios años de lucha desde dentro, se había convertido en un referente fuera. No sólo llegó a ser un líder para los presos – “eso me obligaba a mantener la cabeza alta” -, también una bandera del movimiento. Era todo lo que tenía, y no era poco, “otros no tienen a nadie”.

También a su madre, pero a 400 ó 500 millas de distancia. “No teníamos dinero, éramos muy pobres. La veía, quizás, una vez al año. A través de un cristal antibalas, sin ningún contacto personal. Con las manos y los pies encadenados, hablando a través de un teléfono. Una hora, siempre con los guardias presentes y en una sala especial para mí, separado de todos los demás porque decían que yo era muy peligroso. A mi padre biológico no lo conocí, pero sé que murió cuando yo estaba en la cárcel. Tenía un segundo padre que me trató como si fuera su hijo. Cuando salí de la cárcel, aunque divorciado de mi madre, seguía vivo y fui a visitarle varias veces para agradecérselo”.

Tras cinco años en el corredor y cuatro juicios, un jurado lo absolvió por fin. Le costó una hora dejar su cela A su mujer, la actual, la conoció en la cárcel, cuando su caso se reabrió de nuevo y le sacaron del corredor de la muerte para esperar el juicio en otra prisión. Ella era enfermera, también con un cierto grado de activismo. -Me traía vitaminas, hablábamos de política… Así empezó nuestra relación. Los guardias le decían que se alejara de mí, que era peligroso, pero ella creyó en mí. Y cuando nos habíamos acercado algo, decidieron cambiarla de destino. Ella se negó y tuvo que dejar el trabajo. Entonces, empezó a trabajar en mi defensa. Ella estaba ahí el día en el que el jurado, por fin, me absolvió”.

“Cuando el jurado dijo ‘no culpable’, bajé la cabeza, la cogí con las manos y pensé que después de 12 largos años en prisión la pesadilla había llegado a su fin. Pero estaba lejos de la verdad. Sigo teniendo pesadillas: no sueños, solamente pesadillas”.

Un hogar entre rejas

Paradójicamente, a Graham le costó abandonar la cárcel. De hecho, tenía la posibilidad de salir por su propio pie desde la sala del juicio hacia la calle. pero pidió a los guardias que le devolviesen a su celda. Lo único que tenía que hacer era coger la caja en la que guardaba sus pertenencias y largarse por fin de allí. “Pero tardé casi una hora en decirles a los guardias que ya estaba preparado. La cárcel había sido mi hogar durante 12 años. Hasta que encontré la fuerza para salir”. Fuera, su madre, su padrastro, su mujer… y muchos de los que lo habían apoyado durante todo ese tiempo lo esperaban

¿Alguien le ha pedido alguna vez perdón? “No. Normalmente te dan 200 dólares cuando sales de la cárcel. Pero a mí ni siquiera eso”.

Con su mujer vive ahora en un pequeño pueblo de Maryland llamado Takoma Park, en una casa con vistas sobre Washington. Graham trabaja en mantenimiento de jardines -”me gusta”, -dice- y tiene hijos y nietos. “Quiero ser mejor abuelo de lo que fui como padre”. Uno de sus nietos lo acompañó una vez a una manifestación contra la pena de muerte. “Cuando llegamos a casa, le contó a la abuela que había estado en una marcha conmigo, y que yo estaba muy, enfadado, y moviendo los brazos en alto gritaba las mismas consignas contra la pena de muerte que yo había gritado. Una experiencia maravillosa”. Es la primera vez que Graham sonríe en 45 minutos de entrevista, 34 años después de que un jurado ordenara su ahorcamiento. Graham, en un despacho luminoso de la Gran Vía madrileña, sonríe recordando a un nieto que nunca hubiera nacido si…

“Mientras estaba en el corredor de la muerte, siempre me preparé por si llegaba mi día. Imaginé muchas veces cómo sería mi última noche. Había decidido no participar en los rituales habituales, no pedir una última cena ni cosas así. Pero sí repasaba en mi cabeza lo que quería decir, lo que iba a declarar. Me alegro de no haber tenido que llegar a eso”.

¿Quiere decirlo ahora? “No. Trato de olvidar”.

FIN

Tres meses después, fue invitado a España por la firma Coca Cola para formar parte de un comercial de Aquarius llamado “Camino a Santiago”.

El Corredor de la Muerte: La historia de Shujaa Graham I

Me habían torturado antes en la cárcel, pero nunca dos veces en la misma noche. Apenas llevaba dos horas en el corredor de la muerte cuando aquello empezó. Los guardias me dijeron que, si la cámara de gas no acababa conmigo, ellos se encargarían”. Shujaa Graham nació en Lake Providente, una pequeña ciudad del Estado norteamericano de Luisiana. Tiene 60 años. Probablemente no llegue al 1.75 m de estatura. O quizás sí, pero no lo aparenta. Porque cuando se incorpora, cuando se pone de pie, no lo hace completamente.


Los hombros parecen tirar de su tronco y su caben hacia abajo, como vencidos por el peso. no de los años, no son tantos, sino de los golpes, de las humillaciones. de las amenazas. de los insultos, de los años en prisión, de los compañeros muertos. El escaso pelo que mantiene, en torno a las sienes y en una barba poco poblada. es blanco, canoso. Nariz ancha, ojos grandes. Es negro. Lo cual, cuando hablamos del corredor de la muerte, no es un dato más. No puede tornarse como una simple característica física más en un país en el que el 41, de sus condenados a muerte son negros a pesar de representar sólo el 13% de la población.

Graham estuvo en el corredor de la muerte de la prisión de San Quintin (California) cinco años, desde 1976 a 1981. Fue condenado a la horca acusado de asesinar a un funcionario de prisiones. Era inocente. No lo dice sólo él. Lo dijeron, por fin los tribunales americanos tras cuatro juicios en los que -además de cambiar la horca por la cámara de gas- se cometieron irregularidades tan burdas como formar un jurado completamente de blancos. “Recuerdo las palabras del juez cuando me condenó a morir en la cárcel de San Quintin. Fue, probablemente, una de las peores sensaciones de mi vida. Me sentí totalmente vacio, sin saber realmente si iba a sobrevivir”. ¿Rabia, impotencia, tristeza? “Todas esas cosas”.

“Todo el mundo está hecho polvo mentalmente, intentamos apoyarnos los unos a los otros. Mientras los guardias intentan hundirte psíquica y físicamente. Tratas de dar apoyo a los demás, de mantenerte firme”. Graham había estado antes en prisión, había sido un asiduo de los reformatorios hasta que con 19 años, visitó su primera cárcel: “me decía a mí mismo que cambiaría, que sería mejor, pero volvía. Hasta que la última vez fui sentenciado a cadena perpetua por robar 35 dólares”. Era un delincuente, está claro. No es difícil imaginar la vida de un negro analfabeto, hijo de aparceros, criado en una plantación, en el sur estadounidense de los años 30. Pero decidimos no ahondar en su pasado. Para evitar ese resorte de los ‘normales’ que componemos el grueso de la sociedad civil a quienes nos aterran los ataques a la seguridad, el bien sagrado que nos permite preocuparnos sólo de lo ‘importante’, del trabajo, de la familia, de prosperar, ese resorte que concluye, peligrosamente, en -bueno tampoco era un santo”, como insinuando que quizás se merecía lo que le pasó, que quien juega con fuego acaba quemándose. Por eso, mejor no preguntar. Porque nadie se merece eso. “¿Cual es la diferencia entre un asesino y un Estado que asesina? – reflexiona Graham-. El resultado premeditado, en ambos casos, es la muerte.

¿Acaso cuando alguien roba le robamos como castigo? ¿Por qué entoncesasesinamos a quien asesina? No tenemos que matar para proteger a nuestros ciudadanos”.

No es la primera vez que Shuiaa Graham habla de esto. Hace años que dedica su vida a luchar contra la represión en las cárceles. la brutalidad policial y la pena de muerte. Ahora, desde la asociación witness to Innocence – From Death Row to Freedom- (Testigos de la inocencia. Del corredor de la muerte a la libertad). Su director, Kurt Rosenberg, nos cuenta que el 65% de la población en EE.UU aún apoya la pena de muerte. Les queda un largo camino entonces. ¿no? “Es una lucha difícil, pero hemos avanzado mucho. y el apoyo está bajando. Hace unos años era del 80%”.

“Se equivocan -añade Graham-, Algunos creen que es eficaz como forma de castigo, pero lo único eficaz es educación, educación y educación. Otros saben que la pena de muerte no ayuda, pero quieren venganza. Lo entiendo, yo también la quise, pero a raíz de leer (aprendió durante sus años en la cárcel) y estudiar, ahora sólo deseo justicia, y asegurarme de que nadie más tenga que experimentar la tortura y la brutalidad que yo experimenté. Quiero ser capaz de hacer lo necesario para abolir la pena de muerte.

Quiero vivir el tiempo suficiente para ello. No tengo otras aspiraciones personales”.

No es la primera vez que Shuiaa Graham habla de esto. Pero gesticula, recuerda, mira al vacio, llora, como si lo fuera. Es difícil sustraerse a la profunda tristeza que transmite su voz grave, su relato pausado.

Cuando Graham llegó al corredor de la muerte ya llevaba algunos años alzando su voz contra la precaria situación de los presos. Los guardias sabían quién era y le estaban aguardando. “Me lo dijeron, que me habían estado esperando mucho tiempo-. Negro, asesino de funcionarios y rebelde. No tenía escapatoria. Por eso le pegaron nada más entrar. Por eso lo amenazaron de muerte. Por eso le hicieron la vida imposible. le colocaron -era el único en el corredor de la muerte en esta situación – un guardia frente a su celda, sentado, vigilándole constantemente, robándole cualquier momento de intimidad.

Continúa…