lunes, 18 de octubre de 2010

Recordando a Constantino Carvallo

Cuando leemos a gente como Constantino, nos preguntamos ¿Porqué nuestro país es gobernado de esta forma? ¿Porqué estos orangutanes perfumados manejan los destinos del Perú? Luego regreso a Constantino cansado de esa gente que vive empachada de poder y utiliza los medios de comunicación para rebuznar sus comunicados.

Cierto, en el Perú ya tenemos un Premio Nobel, pero también tenemos esperpentos disfrazados de Jueces (tipo Villa Stein) y ellos son mayoría y ellos dictan las leyes del Perú.

Mejor volvamos a Constantino Carvallo:
Formación moral
“En el Perú los niños se mueren de hambre, asisten a una escuela pobre donde no hay agua ni desagüe con profesores mal pagados, sin vocación que los tratan mal. De modo tal que no podemos pedir amor hacia la sociedad, disciplina moral cuando el Estado lo que les da a los niños y a los jóvenes del Perú es el desamparo y el maltrato.
Deberíamos ser un poco más conscientes de las necesidades que tienen nuestros niños y empezar por satisfacerlas. Yo creo en una moralidad que se basa en la reciprocidad, en el agradecimiento, en la construcción moral y afectiva que tiene un niño de gratitud hacia las autoridades que lo han tratado con respeto y lo han cuidado para que sea un alumno de honor”.
La corrupción

Para muchos el problema principal está en los aprendizajes, en los maestros o en la financiación. El vórtice sin embargo es la corrupción. Porque de nada servirán los gastos y las capacitaciones, ni la lectura o la matemática, si el alma es inmunda y no quiere sino su provecho ramplón y la satisfacción de sus instintos. Si todos somos discípulos de Vladimiro.
Educación cívica

¨Hace falta una corrección a los padres de la patria: el curso de educación Cívica no ha desaparecido del cada vez más oscuro y feo currículum, quizá por eso no lo han encontrado. Se llama ahora, porque cada administración tiene que dejar su huella,Ciudadanía y está metido en el área de las Ciencias Sociales. Allí está. Como también están nuestros héroes y las batallas en las que entregaron la vida. Donde no está la educación cívica, la formación del ciudadano, del sujeto moral autónomo, es en el currículum oculto que en realidad rige la vida de la escuela. No hay educación cívica en el trato que los maestros les dan a los alumnos, en la falta de respeto a su diversidad y a su capacidad de pensar y de buscar sus propias respuestas. Ni la hay en el modo como se arremete con la palabra y con las manos, y en como se embrutece con la consideración de la memoria como única inteligencia de los alumnos. Y en la falta de paciencia y de afecto y en el modo como se los mata de aburrimiento y como se los califica y se los arroja de la escuela.

Y no hay educación cívica en la falta de cuidado de las relaciones entre los alumnos, en el patio, en el recreo, a la salida, en el mundo de la vida, para que no se repita la historia de Grieve y Paco Yunque. Y es violenta esta relación y machista y abusiva y discriminadora.¨
El maestro tiene que ser un artista
¨La vocación del maestro es especial por el componente artístico que tiene su profesión. Aristóteles decía que no hay ciencia de lo particular. Y no hay nada más particular, único e irrepetible que un niño. Han terminado, felizmente, los tiempos de la tecnología educativa. Y ya sabemos hoy que no hay una relación de causalidad necesaria entre la enseñanza y el aprendizaje. Que lo que sirve para unos puede ser oscuro para otros. Que la respuesta adecuada exige una adecuación a la diversidad y una disposición a dudar de las propias certezas y a estar dispuesto a convivir con la incertidumbre sobre los reales efectos de nuestra acción..

El maestro tiene un actuar artístico decía. Y es que debe crear. No puede emplear, simplemente, un código, un manual, unas recetas. Es más arquitecto que ingeniero.

Es un profesional de la aventura singular permanente. Como el músico o el escultor, tiene que contar como principal recurso con los contenidos afectivos y muchas veces irracionales de su memoria, de su experiencia personal. Debe adivinar, anticipar, inventar. Es el arquero que dispara en la noche. Tiene que desarrollar lo que Piaget llamaba “inconsciente práctico”. Si es tolerante, cuenta con la ayuda del otro. Puede dejar participar al niño, apoyarse en su libertad.
El saber libresco
El saber proviene del interior del alma, aprendemos en la relación que establecemos con nosotros mismos y el saber que obtenemos como surge de nosotros debe haber estado allí con anterioridad a nuestras investigaciones por lo que el aprender es un recordar, un recuperar un saber que pese a estar allí no habíamos logrado hacer nuestro. Lo que la escritura logra es quizá ayudarnos a recordar porque ya sabemos, pero no puede darnos el conocimiento porque éste depende de lo vivido y no de lo escrito. Sin esa experiencia vivida en la conciencia del alma propia las letras sólo pueden aportar conocimientos vacíos que se repiten y que pueden tener, como en los sofistas, una utilidad instrumental pero que no constituyen auténtico saber…

Lo que el conocimiento que viene del exterior logra es permitir que muchos se engañen creyendo saber porque pueden repetir las palabras leídas. Esta es la apariencia de sabiduría que Platón ve surgir en su época, el saber libresco, el enciclopedismo, la erudición sin sabiduría. La educación sin voz, la que brinda el libro, no discrimina y no está en capacidad de absolver dudas e incertidumbres. Tampoco de defenderse ante las críticas o la mala comprensión. Todo pasa como si el alma fuera un tubo digestivo que recibe del exterior la materia que requiere para alimentarlas.

Fuente: Los Reyes Rojos

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